SELECCIÓN FRASES FINALES DEL MAPA DESPLEGABLE

Un atlas proporciona un campo donde ejercitarse, testar repeticiones y diferencias, experimentar disponiendo las imágenes en el espacio e investigando la naturaleza de la percepción.

La labor consiste en contraponer al caos del mundo una construcción subjetiva y al mismo tiempo hacer florecer el cosmos de nuestra imaginación

La memoria topográfica induce a pensar en los intermedios, los intersticios, los intervalos entre las imágenes

La memoria inconsciente es la gran montajista que reúne los detalles y trabaja en los intervalos de los campos

EN UN MAPA SÓLO HAY RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS DEL CARTÓGRAFO

El mapa hace visibles unas cosas y oculta otras. Los mapas cubren y descubren, dan forma y deforman…

Un mapa que recoja el pulso de la vida

En el atlas las intrincadas redes semánticas tejen una cartografía con forma rizomática.

Memoria: función encargada de preservar y transmitir la energía en el tiempo y permitir que se la reconduzca a un hecho del pasado.

Todo evento que afecta al ser deja una huella en la memoria.

La memoria no se descifra en el texto orientado de las sucesiones históricas sino en el puzle anacrónico –sarcófago con sello de correos, ninfa antigua con golfa contemporánea- de las supervivencias de la antigüedad.

La imaginación rellena los huecos de la memoria y así lo maravilloso se enlaza con lo cotidiano.

La imaginación se abre a la temporalidad, siendo capaz de fusionar diversas representaciones, pasadas o presentes, en una sola.

Sólo los seres que perciben el tiempo recuerdan, y con la misma facultad con que se advierte el tiempo, esto es, con la imaginación.

El ángel de la historia no puede aproximarse de manera objetiva y neutral a las catástrofes. Representa la experiencia del dolor.

La imagen es el lugar de encuentro de los objetos y de las citas. Y sus resoluciones tendrán que ver con los modos de sus correspondencias.

La imagen dialéctica es el punto de encuentro entre el pasado extirpado y el presente anhelante. Supone una fuerza redentora, al conllevar una discontinuidad.

La imagen no es la imitación de las cosas, sino el intervalo hecho visible, la línea de fractura entre las cosas.

 

 

La imagen puede ser al mismo tiempo, material y psíquica, externa e interna, espacial y de lenguaje, morfológica e informe, plástica y discontinua.

En la imagen chocan y se separan todos los tiempos con los cuales está hecha la historia. En la imagen también se condensan todos los estratos de la memoria involuntaria de la humanidad.

EL PASADO ES UNA LATENCIA QUE ESPERA SER ACTIVADA POR LA MEMORIA Y CORPORIZADA EN UNA IMAGEN QUE CONECTE PASADO Y PRESENTE HASTA VOLVERLOS INDESCIRNIBLES

El fósil no es simplemente un ser que ha vivido, es un ser que vive todavía, dormido en su forma.

El pasado se constituye desde el interior mismo del presente –en su potencia intrínseca de paso y no en su negación por otro presente que lo rechazaría, como muerto, tras él-, lo mismo que el presente se constituye desde el interior mismo del pasado, en su potencia intrínseca de supervivencia.

Es la relación sintética del instante consigo mismo como presente, pasado y futuro lo que fundamenta su relación con los otros instantes. El presente coexiste consigo mismo como pasado y como futuro.

Los tiempos supervivientes no son tiempos desaparecidos, son tiempos enterrados justo bajo nuestros pasos y que resurgen haciendo tropezar el curso de nuestra historia. En ese tropiezo resuena todavía –etimológicamente- el término síntoma.

EL MONTAJE COMO PROCEDIMIENTO SUPONE EN EFECTO, EL DESMONTAJE, LA DISOLUCIÓN PREVIA DE LO QUE CONSTRUYE, DE LO QUE EN SUMA NO HACE MÁS QUE REMONTAR, EN EL DOBLE SENTIDO DE LA ANAMNESIS Y DE LA RECOMPOSICIÓN ESTRUCTURAL

El montaje no es la creación artificial de una continuidad temporal a partir de planos discontinuos dispuestos en secuencias. Es, por el contrario, un modo de desplegar visualmente las discontinuidades del tiempo presentes en una secuencia de la historia.

Mi trabajo no consiste en intentar el desciframiento sino la producción del jeroglífico mismo. Elaboro un montaje que no trata de reducir la complejidad sino de exponerla, mostrarla, desplegarla, según una complejidad de segundo grado.

EL ATLAS NO CLASIFICA COMO EL DICCIONARIO O LA ENCICLOPEDIA, NI DESCRIBE EXHAUSTIVAMENTE COMO EL ARCHIVO, SINO QUE SUGIERE DESCUBRIR CON LA IMAGINACIÓN BAUDELAIREANAMENTE LAS RELACIONES ÍNTIMAS Y SECRETAS DE LAS COSAS, LAS CORRESPONDENCIAS, LAS ANALOGÍAS… Y LAS METÁFORAS, POLARIDADES Y ANTINOMIAS, ASÍ COMO LAS SUERVIVENCIAS FANTASMALES QUE ANIDAN EN LAS IMÁGENES

No se lee un atlas como una novela ni un libro de historia o un argumento filosófico. Busca otra forma de saber explosiva y generosa

El pensamiento del origen no tiene nada que ver con una nostalgia dl pasado sino que concierne exactamente al choque fecundo del ahora con un otrora inesperado.

La huella es la aparición de una proximidad, por alejado que pudiese estar lo que la dejó. El aura es la aparición de una lejanía, por próximo que pueda estar lo que la evoca. Con la huella nos apoderamos de la cosa; con el aura, es ella la que se adueña de nosotros.

El pasado no es una dimensión temporal cerrada sobre sí misma, no está formado por un conjunto de hechos que se habrían dado de una vez por todas y que determinan mecánicamente, según una rigurosa concatenación de causas, una serie inevitable de efectos. El pasado, por el contrario, se abre al presente, lo determina tanto como el presente lo determina a él, un vínculo correlativo y recíproco.

La supervivencia expresa al mismo tiempo un resultado y un proceso: expresa los rastros y el trabajo del tiempo en la historia. Por una parte, nos hace acceder a la materialidad del tiempo. Y por otra parte, abre un acceso a la esencial espectralidad del tiempo (bajo el ángulo de una arqueología que no es solamente material sino psíquica –no psicológica, sino más bien antropológica).

Entre un saber inmemorial de las cosas pasadas y una profecía trágica de las cosas futuras.

Me sumerjo en las profundidades del pasado, pero no para reanimarlo tal y como fue y contribuir a la renovación de épocas muertas. Lo que guía a mi pensamiento es la convicción de que, si es verdad que lo vivo sucumbe a los estragos del tiempo, el proceso de descomposición es simultáneamente proceso de cristalización y que en el seno del mar –el elemento mismo no histórico en el que debe recaer todo aquello que en la historia ha sido y devenido- nacen nuevas formas y configuraciones cristalinas, que invulnerables a los elementos, sobreviven y esperan tan sólo al pescador de perlas que un día las sacará a la luz: como fulgores del pensamiento o bien como fenómenos originarios.

El pasado está marcado por un indicio secreto, que lo remite a la redención ¿No sentimos acaso nosotros mismos un débil soplo del aire en que vivían las personas de ayer?

La asociación de ideas debe ser lejana y justa (justa de exactitud, pero también de justicia).

El montaje es una práctica, una técnica, un gran arte de la dialéctica.

El atlas es un dispositivo de conocimiento basado en la cartografía y el recopilar elementos de una misma especie, o no.

El atlas es necesariamente incompleto. Es una relación cruzada infinita. No se lee de manera secuencial, ni desde una búsqueda sistemática. Su lectura es abierta, adireccional, indeterminada. Constituye una auténtica deriva situacionista. Las correspondencias no se basan en analogías conceptuales o jerarquías semánticas; en ellas subyacen profundas relaciones subconscientes y espontáneas. Las ideas no responden tanto a formas encontradas como a formas en constante transformación.

El atlas propone una máquina de activación de ideas y relaciones. Es un conocimiento nómada y desterritorializado

El atlas no es un catálogo.

El conocimiento no viene a partir de verdades del pasado sino de la organización de series y el establecimiento de relaciones.

Warburg idea un sistema de exploración y presentación de relaciones no evidentes mediante técnicas de collage y montaje. Esto permite el reposicionamiento de imágenes o la introducción parcial de nuevos elementos para establecer nuevas relaciones. Es un proceso abierto e infinito que crea una cartografía personal posibilitando constantes relecturas.